Un vuelco en las elecciones aumenta el debate sobre el federalismo austriaco

POR MELANIE SULLY

En abril, un revés electoral dio la victoria a Heinz Fischer, el primer socialdemócrata electo directamente para Presidente Federal en 18 años. Fischer venció a su rival: Benita Ferrero-Waldner, candidata del partido en el poder, el Partido del Pueblo, de tendencia conservadora. Por ahora, Ferrero-Waldner seguirá ocupando el puesto de Ministra de Relaciones Exteriores. Además, en las elecciones que se llevaron a cabo en marzo en dos de los nueve estados (Länder) austriacos, los socialdemócratas ganaron inesperadamente en las elecciones locales de la entidad de Salzburgo, y por su parte, el Partido de la Libertad de Jörg Haider se mantuvo en el poder en Carintia.

La etapa final de la contienda presidencial estuvo dominada por la presencia de Jörg Haider, político de derecha. En una reunión en la que participaron el Partido de la Libertad y Haider, Heinz Fischer avaló su repudio a las “políticas de exclusión”, respondiendo a los comentarios de Haider con relación al Tercer Reich. De esta manera, Fischer no aceptó ningún tipo de alianza con el “Partido de la Libertad-Haider”. Esto le ganó el reconocimiento del Partido Verde, pero como consecuencia, Haider respaldó a Benita Ferrero-Waldner, candidata del Partido del Pueblo. Los analistas políticos consideran que el apoyo que Haider dio a esa candidatura es cuestionable. La participación de los electores verdes fue un factor decisivo en la victoria de Fischer.

El tema del federalismo afloró brevemente durante la campaña: Ferrero-Waldner sugirió que algunas legislaturas estatales y el Parlamento nacional podrían ser más pequeños. Fischer se opuso a esta idea y afirmó que la representación de diputados de todos los estados en el Parlamento resultaba de vital importancia. Ferrero-Waldner también cuestionó la competencia (aunque restringida) del Presidente Federal para disolver las legislaturas estatales, como se especifica en el Artículo 100 de la Constitución Federal.

El año pasado, un comité constituyente –integrado por miembros del gobierno federal, del Parlamento y por algunos gobernadores de los estados– estableció una Convención Constitucional extraordinaria para que 70 miembros estudiaran el federalismo cooperativo, así como el papel del Bundesrat austriaco –la Cámara Baja del Parlamento– y su derecho a veto en casos limitados, entre otros temas. La convención presentará sus recomendaciones para la reforma federal a finales de 2004.

El Partido del Pueblo pierde las elecciones estatales en Salzburgo

Los socialdemócratas también obtuvieron victorias en las elecciones estatales en Salzburgo y obtuvieron suficientes

Melanie Sully es conferencista de la Academia Diplomática de Viena y autora de “The New Politics of Tony Blair” y “The Haider Phenomenon”.

votos para llegar a la gubernatura, que estaba en manos del Partido del Pueblo. En Carintia, donde los socialdemócratas tenían altas expectativas, el Partido de la Libertad mantuvo el poder. Los resultados en Salzburgo significaron la primera gubernatura estatal para los socialdemócratas desde la Segunda Guerra Mundial, que fue ocupada por una mujer, Gabi Burgstaller (en la legislatura austriaca, el gobernador de un estado es en realidad el jefe de gobierno). La elección de Burgstaller causó cierto furor en Salzburgo, estado sumamente conservador, y puede explicarse parcialmente por la disminución en la popularidad de Franz Schausberger, gobernador por el Partido del Pueblo. Los socialdemócratas lograron movilizar a los electores desafectos al Partido de la Libertad. Sin embargo, esta racha de buena suerte que acaban de estrenar los socialdemócratas ha sido frecuentemente criticada por la cúpula del partido en Viena. Burgstaller es abiertamente defensora de las políticas de “amplia coalición” y durante su gubernatura ha trabajado muy de cerca con el Partido del Pueblo.

La importancia del gobernador estatal

La tercera vez que un partido político en el poder pierde la gubernatura de un estado desde 1945 fue la de Salzburgo. En 1964 el Partido del Pueblo perdió ante los socialdemócratas en Burgenland y en 1989 el Partido de la Libertad triunfó ante los socialdemócratas en Carintia. En ambos casos el cambio de partido se consolidó en los procesos electorales subsecuentes.

Haber perdido la gubernatura en Salzburgo fue un trago amargo para el Partido del Pueblo porque el puesto conlleva considerable poder clientelista (según la Constitución Federal, el gobernador preside el consejo estatal escolar, encargado de nombrar a los directores de todas las escuelas). El gobernador estatal asiste regularmente a las reuniones de la Conferencia de Gobernadores, en las que se discute la coordinación de los intereses estatales (la versión austriaca de federalismo cooperativo).

Los gobernadores están representados en la Conferencia de Integración de los Estados, misma que representa los

Federaciones Vol. 4 No. 2, Julio de 2004

intereses comunes sobre asuntos de integración europea. Además, representan a sus estados en el Comité de Regiones con sede en Bruselas. También tienen derecho a ser escuchados en la Cámara Baja del Parlamento. El derecho de los gobernadores estatales a participar en el proceso parlamentario está garantizado en el Zögernitz, el texto parlamentario base.

Ya que cada estado elige a sus propios representantes en la Bundesrat con el sistema de representación proporcional, los resultados de Salzburgo significaron bajas para el Partido del Pueblo en esa Cámara. La presidencia del Bundesrat se rota entre los estados y, según la Constitución Federal, se selecciona entre los jefes de delegación estatales que ahora, en el caso de Salzburgo, será un socialdemócrata.

El partido de Haider es reelecto en Carintia

En Carintia –en contra de lo previsto por los expertos, que unos meses antes aseguraban que el partido se derrumbaría– el Partido de la Libertad logró repetir los resultados de la elección estatal anterior (1999). La personalidad de Jörg Haider, sumada a las promesas mediocres de otros partidos, contribuyó a la victoria del Partido de la Libertad. Como resultado, Haider permaneció en el puesto de gobernador estatal, finalizando así las especulaciones sobre su regreso a la arena política federal, lo que hubiera sometido a la coalición entre el Partido del Pueblo y el Partido de la Libertad a demasiadas tensiones, y probablemente hubiera llevado a elecciones nacionales anticipadas. El resultado también fue significativo en tanto que los socialdemócratas de Carintia aceptaron a Haider como gobernador: un aparente giro de 180° en el tema de las políticas de exclusión. Esta postura generó conflictos dentro del partido y fue condenada por partidos socialistas extranjeros que se oponían a la integración con el partido de Haider.

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